Hemos querido buscar la opinión de este campamento, saber lo que más gusta y algunas curiosidades. Sin duda en este Encuentro gusta mucho tocar (se equivocan de campamento si no), pero el tiempo libre gana adeptos. Parece además que la comida vuelve a ser la ganadora de este año del premio a lo que menos gusta. Sin duda la presencia de vegetales y la ausencia de hamburguesas tienen algo que ver. Las nuevas clases de este año han gustado, todos se han sentido bien en ellas y han disfrutado mientras aprendían. No pudimos resistirnos a preguntar si tenían algún temor por Silvia. La mayoría dijeron que sí, pero ya sabíamos esta respuesta, y es que ¡confundimos respeto con miedo! Pero si alguien tiene miedo quizás debería ir a Aulos a que le enseñen a superarlo.
En lo que sí estamos de acuerdo es en la dificultad de las partituras, porque aunque no todas son imposibles, la dificultad de algunas nos trae por la calle de la amargura. Eso sí, está superado y el martes vamos a dejar al público con la boca abierta. La voz de la calle vuelve a hablar para protestar contra el racionamiento de chuches y que sólo se puedan comprar en determinadas horas del día. Parece sin embargo que la salud de nuestros dientes es quien lo agradece. En lo que no había restricciones es en la bebida, la gran triunfadora de la cafetería.
En cuanto a los profes, domina la creencia de que todos son "muy majos" aunque temperamentales. Dependerá si estamos de juegos, en la orquesta, o a punto de dormirnos.
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