La vida de los Jonsuis en estos días se centra en los kusus, un juego muy divertido, que va rotando por todo el campamento, profesores y alumnos. Este juego consiste en que si tienes el kusu, debes pasárselo a alguien, porque si no lo consigues y llegas con el kusu a las actividades de después de cenar, tienes que hacer una prueba delante de todo el mundo.
El kusu es relativamente fácil de pasar: si tienes el kusu, tienes que intentar que alguien te conteste "sí", "no" o un nombre propio.
A causa del kusu, ahora ya nadie responde a preguntas como: “¿Cómo te llamas?” Es muy divertido ver por los pasillos a la gente gritando al darse cuenta de que ha metido la pata.
Hay dos tipos de Kusus, los que están muy trabajados: fichas de colores plastificadas; y los cutres: tapones de botella (que supuestamente son Kusus)
Cada kusu puede pasar por cincuenta manos diferentes en el transcurrir del día. Lo más asombroso es que aun no se haya extraviado ni dañado ninguno, viendo lo descuidados que somos algunos.
Lo importante es dar el kusu a alguien, ya sea a la directora en pleno ensayo de orquesta o a un profesor recién levantado.
Cuando tienes el kusu te das cuanta de que a medida que pasa el día es más difícil pasárselo a otra persona, ya que cada vez tenemos más precaución. A última hora del día pasar el kusu es casi misión imposible y debes prepararte para lo peor.
Aceituneros:
-Enrique Torres
-Miguel Pozas
-Carmen Correro
-Clara Redondo
-Cecilia González
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